Estamos en plena campaña del bonito del norte, un pescado azul, rico en proteínas de alto valor biológico y grasas saludables. Admite una gran variedad de preparaciones culinarias tanto como ingrediente fresco en crudo (tataki, tartar…), como guisado (marmitako) como en conserva. Hoy os traemos un clásico, el bonito con tomate. Una receta sencilla, con dos ingredientes que casan fenomenal.

  • 1,5 kg. bonito del norte
  • 1 cebolla
  • 2 dientes de ajo
  • 4 tomates maduros
  • 1 cucharadita de azúcar
  • ½ vaso de vino blanco
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal (al gusto)

Comenzamos limpiando las rodajas de bonito, retirándoles le piel. Si queréis podéis trocear las piezas en trozos.

En una cazuela calentamos un chorrito de aceite de oliva y cuando esté caliente, sellamos las rodajas de bonito por ambas caras. No queremos que se cocinen, solamente marcarlas y sellarlas. Retiramos y reservamos.

En la misma cazuela echamos una cebolla picada finamente y dos diente de ajo. Dejamos que se pochen durante 10 minutos.

Pelamos los tomates, los cortamos en dados y los incorporamos en la cazuela. Salamos al gusto y le añadimos un buen chorro de vino blanco. Los cocinamos durante 30 minutos a fuego lento.

Una vez lista la salsa, la pasamos por el pasapuré y le añadimos la cucharadita de azúcar, para que le reste acidez al tomate.

Por último, añadimos los trozos de bonito a la cazuela y dejamos que se cocinen durante unos minutos a fuego lento. Apagamos el fuego y dejamos que se terminen de hacer con el propio calor residual del tomate, así nos quedará más jugoso.

*Si tenéis una buena salsa de tomate casero ya hecha, nos saltaríamos el paso de los tomates y solo sería calentarla.

*Podéis acompañar el bonito con patatas, que podéis cocinar en la misma salsa.