• 1 centolla grande o dos medianas
  • 2 hojas de laurel
  • 1 cucharada de sal
  • Agua


Antes de empezar a cocer hay que tener en cuenta que si la centolla está viva se debe echar en agua fría y si llega muerta se debe echar en agua hirviendo. Es importante que la pongamos con las patas hacia arriba, así conseguiremos que todo el coral se quede en el caparazón y separado del cuerpo. Las debemos cubrir completamente con agua y echarles sal y laurel. Puedes calcular 60 gramos de sal gorda por cada litro de agua.

Una vez que están dentro de la olla, cuando vuelvan a hervir, tendremos que tener en cuenta los siguientes tiempos de cocción en función del tamaño de la pieza:

0,500 – 0,800 Kg: 15 minutos

0,850 –  1,200 Kg: 16 minutos

1,250 – 1,600 Kg: 18 minutos

Cuando estén cocidas, se escurren rápidamente y se dejan enfriar. No conviene dejarlas en el agua más tiempo que el necesario para la cocción. Una vez frías, se separa el caparazón del cuerpo, se trocea siguiendo la dirección que marcan las separaciones que tiene por la parte de abajo. Se separan las patas y se cascan con unas pinzas o se presentan enteras y se colocan en la mesa.
Se coloca en una fuente, el caparazón con una cuchara para servir su contenido en el centro, con los trozos del cuerpo y alrededor las patas ¡Qué aproveche!