Platazo que nos ha preparado Paco Becerro con nuestras luritas de la ría. Además, ahora que viene el frío, es un plato perfecto para entrar en calor.
Las luras, también son conocidas como potas, lulas y se encuentran en muchas zonas de España, pero las luras de la ría, las luritas, son especialmente deliciosas, con un sabor dulce como los calamares y que resultan muy tiernas en guisos, arroces y simplemente encebolladas. Hoy nos hemos animado a hacerlas en un clásico guiso con patatas, de esos reconfortantes que sientan bien a todo el mundo. Espero que os gusten.
INGREDIENTES (2-3 personas)
- 8 o 10 luras limpias,
- 2 patatas,
- 1 puerro,
- 1 cebolla,
- 1 pimiento verde tipo italiano,
- 1 tomate rallado,
- 500 ml de caldo de pescado,
- vino blanco (un chorreón),
- aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal
RECETA
Comenzamos limpiando las luras, retirando la cabeza y el tentáculo, y cortando bajo el ojo para retirar el pico y la parte de la tinta. Deslizamos el canto de un cuchillo por la vaina de abajo arriba y al presionar salen las tripas -y lo que tenga dentro la lura, que a veces vienen con pececitos o pequeños mariscos- y de paso, si queremos, limpiamos también la piel. Es entretenido y fácil. En cada una no nos llevará más de un minuto dejarla estupenda. Yo las he dejado con la piel y he guardado las bolsas de tinta para dar color y sabor al guiso.
Con las luritas limpias, podemos cortarlas en varios trozos o dejarlas enteras, según los gustos. Arrancamos el guiso picando bien el puerro, la cebolla y el pimiento y los ponemos a pochar en una cacerola o tartera baja, con un poco de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal. Cuando lleve todo unos diez minutos, añadimos las luras para que se cocinen también. En esta ocasión, como os decía, añadí también las tintas.
Pelamos las patatas y las cortamos en trozos, desgarrando para que al cocer, suelten su almidón. A mí me gusta dorarlas un poco antes de poner el caldo, así que las meto en la cacerola con el resto de ingredientes para que se cocinen un poco por el exterior. Después, agregamos el tomate rallado y el vino blanco, poniendo el fuego vivo para que el alcohol se evapore y se cocine un poco la tinta.
Es el momento de añadir el caldo de pescado y dejar cocinar hasta que casi se haya evaporado y las patatas estén bien tiernas. Las luras, al igual que los calamares tienen dos puntos de cocción para comerlas tiernas. Uno muy corto, válido para plancha o cocciones de menos de diez minutos. Si te pasas, quedan duras o correosas, pero si sigues esperando y prolongas la cocción durante más de treinta minutos, vuelven a ser tiernas.
Esta segunda cocción es la que hemos hecho, dando así tiempo a que las patatas estén casi deshechas, por si alguien quiere aplastarlas con el tenedor y mezclarlas con el caldo consiguiendo así un guiso sabroso, muy intenso al haber evaporado mucho y notarse bien la presencia de las hortalizas que había como base del sofrito.
¡Buen provecho!