El pescado destacado de esta semana es el pargo. Morfológicamente el pargo es muy parecido al besugo, aunque su coloración es más rosada, y no tiene la característica marca negra.
Es un pescado semigraso, que no llega a los estándares de grasa que pueden tener las sardinas, los boquerones o el bonito, motivo que lo acerca mucho más a los pescados blancos.
Su alimentación más temprana es a base de camarones, afición que no abandona combinando en el menú en la madurez todo tipo de crustáceos (percebes, nécoras pequeñas, etc…)
Os proponemos prepararlo de la manera más sencilla, es decir, al horno.
INGREDIENTES
- 1 pargo entero y limpio (1-1,2 kg)
- 2 cebollas grandes
- 2 tomates
- Los dientes de un ajo , lavados pero no pelados
- 1 vaso vino blanco
- 1/2 vaso aceite oliva
- 3 hojas de laurel
- Romero
- Perejil fresco troceado
- Orégano
- Zumo de medio limón
- 1 cucharadita de pimienta
- Sal
PREPARACIÓN
Lavamos bien el pescado y hacemos 3 cortes en el lomo de cada lado. Cortamos las cebollas y los tomates y las colocamos en una fuente de horno con los dientes de ajo. Ponemos todos los demás ingredientes en un bol y mezclamos bien.
Ponemos el pargo encima de las cebollas, tomates y ajos en la fuente y vertimos la mezcla del bol encima. Tapamos con un paño y dejamos durante 30 minutos. Pasado ese tiempo, damos la vuelta al pescado y volvemos a tapar durante otros 30 minutos.
Tapamos con papel de aluminio y colocamos la fuente en el horno, previamente calentado a 180 grados y dejamos asar unos 40 minutos.
Destapamos el pescado, lo regamos con el jugo, ponemos el horno a 200 grados los últimos 10 minutos, y listo!
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