Ya os lo hemos comentado más de una vez, y no nos cansamos de repetirlo, el marisco gallego es de mayor calidad al de otros lugares. Y no lo decimos solo nosotros, sino que es algo que está comprobado y que tiene mucho que ver con la gran riqueza de nuestras rías. Y es que en la costa gallega existen 3 características únicas, que hacen que tanto la variedad, como la cantidad y el sabor de nuestros mariscos y pescados sean inigualables.

Nuestra costa, larga y abrupta, con variedades y ecosistemas marinos muy diferentes, unas rías que están muy protegidas y el famoso fenómeno del afloramiento, que produce la entrada en la ría de agua cargada de nutrientes y la renovación del agua tibia por la más fría del océano, hacen que nuestros mariscos y pescados sean extraordinarios tanto en sabor como en tamaño.

Pero, ¿cómo distinguir el marisco gallego del foráneo? No os perdáis este post en el que os explicamos las diferencias entre uno y otro.

Centolla de la ría

La centolla de la ría es fácil distinguirla de la foránea. Primero por su color, que es más rojizo, mientras que la de fuera es más paliducha. Además, el caparazón de la centolla gallega es más rugoso y picudo y normalmente está cubierto de algas. Y por último, sus patas, que suelen ser más afiladas y más largas.

Otro aspecto a tener en cuenta es la temporada del año en la que la compres, ya que la centolla de fuera se puede encontrar todo el año en el mercado, mientras que la de la ría no, ya que tiene un periodo de veda que suele ir desde junio a noviembre.

Percebes

Los percebes gallegos son más grandes, más gruesos y de menor longitud. Además, en su parte inferior, suelen tener adheridos restos de roca dura, típica de los acantilados. Por su parte, el percebe de fuera, por ejemplo el de Marruecos, es de una tonalidad más clara y también más largo y estrecho.  Este percebe suele tener restos de roca arenisca, que se deshace al tacto.

Nécoras de la ría

La primera diferencia que nos encontramos es en el precio, ya que la nécora de la ría suele tener un precio bastante más alto que la nécora de fuera. En lo referente a su aspecto, la nécora de la ría es de color pardo y al tacto su caparazón es más velludo, aterciopelado. Sin embargo, la nécora foránea suele ser más pálida y con un caparazón mucho más liso. Es importante tener en cuenta que la veda de la nécora de la ría suele coincidir con los primeros seis meses del año, por lo que si nos venden nécora de la ría en abril, debemos sospechar de que nos están timando.

Buey de mar gallego

Aunque es más complicado de distinguir, el buey de mar gallego suele ser de color marrón oscuro y tiene más vello en las patas, además de unas uñas mucho más afiladas que el buey de mar foráneo, que tiene un color más claro.

Bogavante gallego

El bogavante de fuera, el denominado canadiense, suele tener una cabeza más grande, menos proporcionada con el resto del cuerpo y con unas pinzas más pequeñas y gruesas. Pero sin duda, la diferencia más clara es el color, ya que el bogavante gallego tiene un color azulado, mientras que el canadiense tiene tonos amarronados y verdosos. Además, una vez cocido, el gallego adquiere un tono rojizo más intenso.

Vieira gallega

La viera gallega suele tener unos tonos violáceos más intensos que la viera de fuera. Además, la valva superior de la vieira gallega es totalmente plana, y sus bordes ondulados no encajan perfectamente con los bordes de la valva inferior. En el caso de la foránea, la valva superior es un poco ovalada y sí que suelen coincidir.

La viera que tenemos en O Percebeiro proviene de la Ría de Arousa, comercializada a través de Porto de Cambados SL. Esta vieira se descarga en la lonja de Cambados, donde se depura 24 horas y pasa por un proceso de limpieza y evisceración manual, para eliminar el hepatopáncreas, la única zona que puede acumular toxinas. Ya en la planta, la viera se somete a controles sanitarios y se procede a su envasado individual, para comercializarla con todas las garantías, tanto en fresco, en plena campaña, como congelada durante el resto del año.

¡Ojo! Especies gallegas que no debes confundir

Volandeiras y zamburiñas

Solemos encontrar en el mercado volandeira como zamburiña, sin embargo, aunque son muy parecidas, no son iguales, siendo la zamburiña mucho más valorada debido a su escasez.

Entre sus diferencias tenemos la forma de su cuerpo, mucho más redondo en el caso de la volandeira y alargado y con estrías finas en el caso de la zamburiña. Ésta última tiene además una única oreja en la concha.

Por otro lado, el color  de la volandeira es mucho más claro, tirando a anaranjado, mientras que la zamburiña tiene un tono entre violáceo y grisáceo. Y con respecto a la lengua, la de la zamburiña es prácticamente blanca, mientras que la de la volandeira es de un intenso color rojo.

Navaja y longueirón

La navaja está provista de una concha alargada que presenta una ligera curvatura que recuerda a la hoja de una navaja de barbero, de ahí su nombre. Su concha es de un tono más oscuro y además, se rompe con facilidad. En cuanto al sabor, la navaja presenta un sabor fino y suave a mar.

El longueirón, pariente de la navaja, también es un bivalvo, pero en este caso, posee una concha alargada y rectangular, sin curvatura. Su concha, de un color más blanquecino, está abierta por los extremos y es más fuerte y robusta que la de las navajas. En lo referente al sabor, es mucho más fuerte e intenso. El longueirón más conocido es el de Fisterra.

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