Los pescados reciben un nombre distinto según la zona donde se consuman, pero también los hay rodeados de ciertas leyendas, como es el caso del San Martiño o San Pedro.
En el argot marinero se le conoce como ‘San Pedro’, y la explicación está en la Biblia: “Dijo Jesús a Pedro: Vete al mar echa el anzuelo, abre la boca del primer pez que cojas y allí encontrarás una moneda de plata con la que pagar a los recaudadores de impuestos de Cafarnaún”.
Según la leyenda “Pedro pescó un pez sujetándolo fuertemente con los dedos índice y pulgar, para sacar la moneda de plata que le había anunciado Jesús, dejando grabadas sus huellas en los lomos del pescado.” De ahí el nombre con el que en algunas partes de nuestro entramado pesquero se le conoce como ‘San Pedro’.
Sin embargo, en otras zonas se le conoce como ‘San Martiño’. Dicen que esta denominación utilizada sobre todo en la costa cantábrica, viene de que es en torno al 11 de noviembre (festividad del santo) cuando está en sazón.
No obstante, existe otra leyenda del siglo XIX que afirma que un adinerado viajero francés en uno de sus viajes por los puertos de España, se sintió interesado por este pescado pagándolo a precio de ‘oro’. Los lugareños sorprendidos por la pasión de este hombre hacia un plato que consideraban de inferior precio al que él iba a pagar, comenzaron a llamar al pez ‘monsieur Martín’ o como le dicen en el País Vasco ‘Mushu Martín’.
Llámalo como quieras, pero si todavía no lo has probado, no sabes lo que te estás perdiendo, ya que está exquisito. Es uno de los mejores pescados para hacer a la sal, en el horno y también para filetear, por su carne compacta. También se puede hacer en caldeirada.
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